30 sept 2013

EXILIO: EL PARAISO



Salgo con esa sensación de ir desnuda con mi traje invisible a la obra  que presenta  cada mañana la ciudad,
lejana a los semáforos...

Temblorosa seguridad de los tacones...
Arrancando con dolor la mascara de los "haceres" infinitos,
para distraer al tiempo...

Abri la ventana a la noche...
mientras todos dormian, deje mi disfraz arrugado y tendido en esta hoja de papel, 
que tanto me falla en las mañanas.

¡Que paz! que  placer…  el de andar sin las sombras de los ojos, 
la pretenciosa boca guinda  y ¡al fin! no ser nadie.

Lo que va lejano a la naturaleza me da frío,
lo que va restando belleza a la  mano  
que feliz se sumerge en la tierra, sin salir desdibujada por el roce artificial,
ese que delinea las noches en salones donde se representa el papel que pone de luto la 
temible transparencia.
bp


No hay comentarios:

Publicar un comentario